Tres sonetos a Elena Poniatowska ante el primer tomo de sus Obras Reunidas.*

1

Elena, medio siglo se ha cumplido Del primer «Lilus Kikus». Ya es la hora De las obras completas y hoy se añora El México que salvas del olvido.

Es demasiado México el vivido Por nosotros y todo se atesora En tus libros. Su luz más cegadora Enciende nuestra noche y da sentido.

A haber estado aquí por tantos años. Sin ti este medio siglo quedaría Sin brillo ni recuento de los daños.

Y si has hecho la crónica sombría De Tlatelolco y el temblor, es cierto Que hallaste el agua en medio del desierto.

Y en la noche has sembrado luz de día.

Por José Emilio Pacheco

2

En este primer tomo veo a otra Elena Que introdujo en la prosa mexicana El tema de la infancia. Gracia plena Tuvo de nacimiento y no se ufana.

Más bien se esconde. ¿Será que le da pena Ser tan buena escritora en la mañana Y de noche también? Llena la escena Hoy como ayer, y si le da la gana

Escribe un libro inmenso y otro breve Con el mismo dominio, igual maestría, Aunque pida perdón porque se atreve.

A hacer la historia de lo que hemos sido, Lo que nos estremece y nos conmueve Y le da a la experiencia su sentido.

3

Hoy se prodiga a diestra y a siniestra Un término gastado. Yo quisiera Recuperarlo con su luz primera, Decir que me parece obra maestra.

«Querido Diego» porque la comparo A Ovidio y a Mariano Alcofarado, Sea quien fuere el autor del desolado Epistolario de la monja. Es raro.

Si tanto abunda el desamor, hallarlo Expresado con arte y tanta hondura En un libro que, intento subrayarlo,

Me parece que es gran literatura. Danos siempre la luz esplendorosa Que brilla en el diamante de tu prosa.

José Emilio Pacheco

Destacado poeta, ensayista, traductor, novelista y cuentista. Pertenece a la generación de los años cincuenta, en la que destaca por su originalidad y la orientación con que influye en otros poetas y escritores como Carlos Monsiváis, Eduardo Lizalde, Sergio Pitol, Juan Vicente Melo, Vicente Leñero, Juan García Ponce, Sergio Galindo y Salvador Elizondo. Ha sido profesor en la UNAM, en Maryland y Essex. Premio José Donoso (2001), Octavio Paz (2003), Pablo Neruda (2004), Alfonso Reyes (2003), García Lorca (2005), etc. Entre sus obras poéticas destacan Los elementos de la noche (1963), El reposo del fuego (1966), No me preguntes cómo pasa el tiempo (1969), Irás y no volverás (1973), Islas a la deriva (1976), Desde entonces (1980) y Trabajos en el mar Trabajos en el mar (1983), reuni- (1983), reunidos en el volumen Tarde o temprano. En prosa ha escrito El viento distante y otros relatos (1963), Morirás lejos (1967), El principio del placer del placer (1972) y (1972) y Batallas en el desierto (1981). Junto a Carlos Monsiváis dirigió el suplemento de la revista Estaciones. También es secretario de redacción de la Revista de la Universidad de México y La cultura de México.

Publicado en la página de la Universidad de Alicante

https://rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/10571/1/ASN_11-12_05.pdf

(*Leídos en la Feria de Libro de Guadalajara, México, el 23 de noviembre de 2005 pero no publicados con anterioridad.)